Blogia
Bushi Dojo

Requerimientos del Artista Marcial

 

 


REQUERIMIENTOS PARA AQUELLOS QUE QUIEREN LLEGAR A SER ARTISTAS MARCIALES

Por norma general en los dojo -escuela de artes marciales-, se apuntan varios nuevos estudiantes cada cierto periodo de tiempo, en unos más y en otros menos, pero tras unas pocas semanas o meses solo suelen permanecer un número ínfimo de ellos.
Este patrón de conducta viene repitiéndose durante muchos años sea cual sea el arte marcial practicada, más acentuado aún cuanto menos deportiva sea la actividad. Creo que el presente artículo puede ayudar a los estudiantes y a otros profesores a organizar sus propios pensamientos al respecto en esta materia.
Mucha gente se esfuerza para ser un bugeisha o artista marcial. Después de muchos años de duro entrenamiento uno se da cuenta de que hay 5 características importantes que son estrictamente necesarias en la persecución del bugei. Como las patas de una mesa, cada uno de estos puntos es esencial para la consecución del corazón del guerrero. Si uno de estos aspectos no se encuentra en una persona, esta podrá seguir entrenando y crecer en habilidad y conocimientos, pero el camino hacia la consecución del objetivo final estará bloqueado.
Si alguien tiene solo alguno o ninguno de estos rasgos, entonces tiene muy pocas posibilidades en las artes marciales.
El mundo está lleno de gente que solo pretenden ser artistas marciales, que se engañan a sí mismos y a los otros creyendo algo que no es verdad. Es importante entrar en el entrenamiento del bujutsu con todas o la mayoría de estas cinco cualidades, pero es igualmente importante saber que nadie entra al entrenamiento como un individuo completa y plenamente desarrollado.
Una parte de cada una de estas cualidades se requiere ya para comenzar un sincero entrenamiento y luego a lo largo del tiempo su fuerza se verá incrementada a través del propio entrenamiento.
¿Cuáles son estas cualidades?

La primera es "honestidad con uno mismo". Esto es lo primero. Cuando tu eres completamente honesto acerca de ti mismo conoces tus debilidades y lo que debes mejorar. No te hagas ilusiones sobre tus habilidades. No te sobrestimes ni te infravalores en cuanto a tus propias habilidades. Debes conocer tus limitaciones y los momentos en los cuales debes evitar el peligro. Debes incluso buscar los puntos débiles del arte marcial que estás practicando y si tu arte marcial no resulta verdaderamente útil en los tiempos modernos, deberías abandonarlo por algo más práctico. Solo si eres honesto puedes conducir un verdadero curso de acción.
La falta de auto-honestidad es extremadamente peligrosa y puede llevarte fácilmente a la muerte. La auto-honestidad no se limita únicamente a la habilidad física sino también al carácter personal. Las artes marciales llegarán a ser un espejo en el que mirarte, un espejo como una hoja finamente pulida, usada para cortar las propias imperfecciones .
Entonces te darás cuenta de que tu eres la hoja, forjada desde los fuegos del entrenamiento en budo y afilada a través de la constante auto-purificación.
Te empuñas a ti mismo como si tu fueses tu propia espada. Es la lucha de nunca acabar, la eterna batalla, donde tu eres tu único enemigo.
Pero la única manera de que este proceso funcione es con auto-honestidad.

El segundo a aspecto es la humildad. Es importante por muchas razones. Una razón es porque el rasgo de auto-honestidad es una fuerza de humildad. Si te falta la humildad para hacer frente a tu propia debilidad y errores entonces no puedes continuar con el proceso de entrenamiento.
La razón más común por la que la gente abandona el entrenamiento es que cuando se dan cuenta de lo poco que saben de budo y de lo inefectivos que son, les falta la humildad para encajarlo. Se olvidan de que empezaron a entrenar para aprender a hacer cosas que hasta entonces no sabían hacer. No soportan que les digan que no saben o que no pueden, pero ese es el proceso del entrenamiento.
El primer paso del viaje es admitir que no sabemos, y que no podemos, y que debemos trabajar muy duro para comprender. Otra razón importante para la humildad es la simple supervivencia. Comprendiendo que las situaciones de combate, no solo los conflictos militares sino cualquier pelea de bar es potencialmente materia de vida o muerte, debes desarrollar tu humildad para poder vivir una larga vida.
Escoge tus batallas cuidadosamente. Entra en combate únicamente si no existe ninguna otra posibilidad real, y entonces gana a cualquier precio.
Esto también es importante. No estoy hablando de ser humilde porque eres muy débil, sino de ser lo suficientemente fuerte como para ser humilde, siendo prudente cuando todavía tengas el poder para ser extremadamente peligroso.

El tercer rasgo es la disciplina. Mucha gente piensa que el entrenamiento en las artes marciales les proporcionará la disciplina pero eso no es verdad. La debes llevar ya contigo. Si no tienes al menos un poco al comienzo, entonces no vas a conseguir ninguna con el entrenamiento. Si empiezas a entrenar y no tienes disciplina, abandonarás pronto.
La disciplina se requiere para mantenerse día tras día, y para seguir sometiéndote al dolor y a las experiencias difíciles. La disciplina no es algo que alguien te va a dar, es algo que te das a ti mismo.
Con trabajo se puede incrementar pero tiene que haber ya una semilla de disciplina contigo al principio.

La cuarta característica es la inteligencia. Es imposible alcanzar un nivel elevado de habilidad en las artes marciales sin la habilidad de comprender adecuadamente lo que nos está siendo mostrado. Simplemente no se puede entender sin una mente afilada que absorba y entienda lo que los ojos ven.
Las artes marciales se conocen también como ciencias marciales. El Budo Taijutsu consigue que la extrema complejidad llegue a ser algo sencillo y natural. Debes ser capaz de alcanzar la extrema complejidad para llegar a lo naturalmente sencillo.
La gente normal de la calle no puede comprender esto. Nuestras técnicas no se parecen a nada de lo que la mayoría de la gente ha hecho antes, y nuestros principios no son ideas en las que la mayoría de la gente piense naturalmente.
Si tu no piensas que eres un genio no te preocupes, aún así puedes tener éxito. Trabaja muy duro en intentar comprender lo que se te muestra. Concéntrate en cada momento. Desarrolla tu mente. Pero la inteligencia no es nada por sí misma; aunque seas muy inteligente no podrás avanzar sin los otros cuatro rasgos.

El quinto es el coraje, el valor. Otra vez, debes tener al menos la semilla del coraje en tu interior cuando entras en un dojo por primera vez; pero para ser un artista marcial debes desarrollar verdadero valor y coraje. El verdadero valor se construye a través de la exposición repetitiva a situaciones de entrenamiento peligrosas y entrenamientos dolorosos, e incrementando gradualmente el nivel de realismo de tu entrenamiento personal.
Si alcanzas el nivel de realismo demasiado pronto, entonces el coraje falla. El verdadero coraje se desarrolla a su máximo potencial con el tiempo. Es necesario tener agallas para realizar las técnicas que hacemos y hay que tenerlas para entrar en acción en momentos de extremo peligro. Si tienes dudas acerca de tu nivel de agallas continua entrenando. Esa es la clave. Entrena diez años y serás tan bravo como necesites ser. Estos cinco rasgos, tal y como los he descrito, son absolutamente necesarios. Son lo mínimo que necesitas. Sin estos rasgos, la gente pretende ser artista marcial, pero en realidad son solo criminales que causan problemas a la sociedad, o deportistas que morirán porque no entienden el combate real, o artistones esotéricos o saltimbanquis de salón, que aparte de no comprender el combate real porque no son honestos consigo mismos, no son más que tigres sin dientes. Estos tipos no tienen el bugeisha no kokoro, o Corazón del Guerrero.

Recuerda que aunque hemos hablado de disciplina, humildad y todo el resto, debes disfrutar con tu entrenamiento. No lo debes sentir como una rutina o algo aburrido. Debe llenar una parte de tu existencia de manera que ninguna otra cosa pueda llenar. Te debe hacer sentir completo, lleno. Entrena con un corazón alegre y feliz. Deja que tu entrenamiento te transporte lejos de tus preocupaciones diarias. Siente como tu entrenamiento incrementa tu poder personal y tu competencia. Si llevas entrenando al menos un par de años sabrás de lo que estoy hablando, ya no eres la misma persona que cuando empezaste.
Disfruta de los beneficios de tu entrenamiento: la confianza, el control físico, la fuerza mental. Pon atención a estas cosas. Estos y otros beneficios pueden compensar la frustración ocasional que conlleva el entrenamiento.
Entiende que la frustración te hace más fuerte y mejor. Una analogía: A veces los estudiantes expresan su preocupación por conocer como será un ataque en particular y cual será la mejor forma de tratarlo cuando llegue el momento.
Estas preocupaciones vienen expresadas generalmente en forma de preguntas como: ¿Cómo sabré cómo me van a atacar y cómo tendré que bloquear o responder? La respuesta, aunque simple, es duramente satisfactoria. La respuesta es: lo sabrás. Para explicarlo un poco más profundamente usaré la siguiente analogía. Piensa en un portero de hockey. Tiene a un oponente que viene hacia él, está a unos 6 metros de distancia, de repente derrapa, se detiene y lanza un disparo. El "puck", un grueso y pesado disco de durísima goma viene como un cohete hacia el portero a ciento cincuenta kilómetros por hora, mucho más rápido que un puñetazo, incluso más rápido de lo que el ojo puede seguir. ¿Cómo "sabe" el portero donde meter su guante, o su stick, o su patín, para parar el tiro? Parece imposible, y aún así todos lo hemos visto: el portero alcanzando y capturando el puck, o desviándolo con su stick. La respuesta es que él "simplemente lo sabe".
A través de la constante y repetida exposición a la experiencia, largas sesiones de práctica de bloquear disparos, él empieza a reconocer el área de objetivo por cómo el delantero suelta su disparo. El portero empieza a "ver" lo que no puede ser visto. Lo mismo sucede con los tenistas, adaptando sus movimientos a su oponente para devolver la bola que viene a ciento cincuenta por hora. El tiempo de reacción es un factor, es cierto, pero hay algo más…
De forma similar, un estudiante de artes marciales aprende a detectar el ataque cuando está siendo lanzado y a responder adecuadamente.

La Condición Humana "La habilidad de matar es inherente a todos los seres humanos". Nosotros somos, después de todo, simples animales. Aunque hayamos aprendido a mantener apartadas esas tendencias animalísticas. De hecho en una situación de vida o muerte, sin embargo, debes estar preparado para estar a la altura de las circunstancias.A veces es matar o morir". - Gran Maestro Massaki Hatsumi.

Con todos y cada uno de nosotros hay un animal brutal, esperando el momento para salir. Incluso una madre delicada se puede convertir en una bestia feroz si su hijo es atacado.
La Humanidad no ha cambiado nada en eones. Si uno mira la conducta de los chimpancés, nuestros primos cercanos, puede ver claramente el patrón. Cuando una banda de chimpancés entra en territorio de otra, hay batalla, completada con lanzamiento de piedras y bastonazos.
Imagina a las tribus humanas primitivas, la situación era la misma. ¿Cuál era la raíz de las luchas tribales?, la respuesta es: los recursos. Cuando una tribu acababa con los recursos de su zona se trasladaba a otra zona. Si esa zona estaba habitada había guerra. Si tu tribu crece en tamaño y tu área ya no te ofrece el soporte adecuado entonces vas al territorio de la tribu de al lado y tomas sus campos o en los tiempos modernos sus minas de oro o campos de petróleo.
Tu tribu marcha, mata a la gente que vivía allí y se mueve a otro sitio. Puedes inventar excusas tales como la Divina Guía o las manifestaciones del Destino, pero eso no puede esconder por mucho tiempo lo que has hecho. Esta es la manera como el mundo se ha desarrollado. La lucha por la tierra y los recursos es la mayor causa de los conflictos humanos. Se puede ver a través de la historia en Europa, Asia, América y el Oriente Medio. Los trágicos acontecimientos terroristas que son el pan nuestro de cada día son simplemente un resurgimiento de las luchas antiguas. Hay dos grupos de gente luchando por un trozo de terreno.
Los ataques terroristas nos han hecho reconsiderar muchas cosas: el nivel de seguridad de nuestra nación, nuestro propio nivel de seguridad y nuestra presteza. La lección está clara: la autocomplacencia es igual a muerte.
¿Te has convertido en un ser autocomplaciente?¿Demasiado relajado y confiado en tu seguridad personal? ¿Qué harías en una situación de terrorismo? Piensa en ello por un momento. ¿Habrías sentido una oleada de confianza y poder, aprovechando los puntos débiles de tu adversario? ¿O te hubieras quedado helado de miedo e incertidumbre? ¿O no estás seguro de cómo hubieras reaccionado? ¿Cuánto te va a tomar para sentir el tipo de poder guerrero que quieres alcanzar? ¿Cuánto entrenamiento vas a necesitar para conseguirlo? ¿Qué tipo de entrenamiento? ¿Y que hay del entrenamiento mental?
¿Estás desatendiendo el punto más importante? ¿Qué puedes hacer hoy para estar mejor preparado?
Sácate de encima cualquier complacencia y conoce tu situación en todo momento. Nadie es invulnerable. Siempre hay momentos en que puedes ser atacado.
De la misma manera que te mueves de cierta forma para cubrir tus aperturas cuando practicas técnicas de bujutsu, así también debes guardarte a ti mismo en la vida. Es lo mismo. Y esto es quizás una de las enseñanzas más importantes de todas.

Traducción y Adaptación :
Dani Esteban –Kôryu-, Instructor Bujinkan
Bushi Dojo (Barcelona)

Basado en un artículo en inglés de Ken Harding (Missouri Budo Taijutsu Dojo en St Louis Missouri USA)

 

 

0 comentarios