TAKAMATSU EN CHINA
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Este texto es un capítulo del libro de Hatsumi Sensei "Essence of Ninjutsu - the nine traditions"
La traducción y adaptación al castellano es de Dani Esteban Kôryu
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Esta es una historia de cuando Jutaro (Takamatsu) tenía 26 años. Participó en combates de artes marciales en varios lugares de China y nunca fue vencido. Así pues, fue recomendado al presidente de la Asociación Japonesa de Jóvenes Artistas Marciales.
Lord Ren, el tío del que fue Emperador de China, trató a Jutaro como si fuera su propio hijo. Él siempre se jactaba de que su Jutaro era un artista marcial de primera línea. Esto no era nada sorprendente, ya que en ese momento Jutaro tenía más de ochocientos alumnos entre chinos, japoneses, americanos y franceses. Cada noche enseñaba a 70 u 80 alumnos. Ni siquiera bajo el furioso calor de pleno verano mostró nunca una gota de sudor.
Enterado de estos hechos, un maestro de kung fu Shaolin, Choshiryu, de la provincia de Santo, retó a Jutaro a un combate. Choshiryu levantaba 100 veces cada mañana unas pesas de 248 libras (112 kg aprox). Jutaro rehusó dos veces, pero Choshiryu no aceptó su rechazo. Aquella noche, Jutaro soñó que un demonio gigante rojo balanceaba una pesada barra de hierro para cazar una pequeña mariposa. La mariposa evadía los golpes una y otra vez. El sudor y el cansancio acabaron vaciando al demonio rojo hasta que cayó derrumbado y gritó, "¡Basta!". A la mañana siguiente Jutaro concibió la técnica de baile de la mariposa.
Lord Ren fue a ver a Jutaro y le dijo, "Jutaro, Choshiryu ha venido otra vez. ¿Qué tenemos que hacer?" Jutaro replicó, "Esta es la tercera vez que propone un combate. Esta vez aceptaré su propuesta". Lord Ren dijo, "¡Gracias, éste será un gran acontecimiento!". Lord Ren se lo contó a toda la gente de la ciudad y entonces informó a Choshiryu que Jutaro había aceptado. Choshiryu tenía 37 años, pesaba 112 kilos, y medía aproximadamente 1,90 metros. Jutaro pesaba 75 kilos. El combate tuvo lugar en la plaza de la colonia inglesa. Con Lord Ren haciendo de juez, el combate comenzó con un grito de Choshiryu que saltó cinco metros para acercarse a Jutaro pateando con la velocidad de un dragón gigante.
Jutaro saltó hacia la derecha unos tres metros. Choshiryu saltó a su vez hacia arriba, abajo, a la derecha y a la izquierda en un abrir y cerrar de ojos. Cuando volvió a atacar con el golpe mortal de su mano, Jutaro vio un punto desguardado. Intentó usar un golpe desde una posición baja, pero Choshiryu se elevó unos 2 metros y volvió al ataque con feroces patadas y puños.
El feroz combate se prolongó durante unas dos horas hasta que Jutaro notó que Choshiryu estaba completamente agotado y amarado en sudor. Sus movimientos eran muy lentos. El punto débil de un luchador de grandes dimensiones - incapaz de resistir combates largos - comenzó a aparecer. La vista de Choshiryu se entelaba a causa del sudor que corría por su cara. Jutaro aún no había transpirado ni una sola gota. Cuando Jutaro dijo "Ahí voy" con una sonrisa tranquila dibujada en sus labios, Lord Ren paró el combate. La audiencia les gritaba que continuaran luchando, pero Lord Ren pudo ver que Choshiryu no tenía ninguna oportunidad de ganar.
Jutaro y Choshiryu se sonrieron mutuamente felicitándose por el buen combate que habían tenido. Despúes del combate Lord Ren, Choshiryu y Jutaro fueron a un restaurante a celebrar el nacimiento de una nueva amistad, esa que sólo puede provenir del respeto ganado durante un combate como el que ellos mantuvieron.
Choshiryu elogió a Jutaro mientras que el joven modestamente le devolvió los cumplidos. Choshiryu anunció que quería a Jutaro como hermano marcial, por lo que sellaron este vínculo con una copa de sake. Hay pocos lazos entre amigos tan estrechos como los de los hermanos marciales.
Este texto es un capítulo del libro de Hatsumi Sensei "Essence of Ninjutsu - the nine traditions"
La traducción y adaptación al castellano es de Dani Esteban Kôryu
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Esta es una historia de cuando Jutaro (Takamatsu) tenía 26 años. Participó en combates de artes marciales en varios lugares de China y nunca fue vencido. Así pues, fue recomendado al presidente de la Asociación Japonesa de Jóvenes Artistas Marciales.
Lord Ren, el tío del que fue Emperador de China, trató a Jutaro como si fuera su propio hijo. Él siempre se jactaba de que su Jutaro era un artista marcial de primera línea. Esto no era nada sorprendente, ya que en ese momento Jutaro tenía más de ochocientos alumnos entre chinos, japoneses, americanos y franceses. Cada noche enseñaba a 70 u 80 alumnos. Ni siquiera bajo el furioso calor de pleno verano mostró nunca una gota de sudor.
Enterado de estos hechos, un maestro de kung fu Shaolin, Choshiryu, de la provincia de Santo, retó a Jutaro a un combate. Choshiryu levantaba 100 veces cada mañana unas pesas de 248 libras (112 kg aprox). Jutaro rehusó dos veces, pero Choshiryu no aceptó su rechazo. Aquella noche, Jutaro soñó que un demonio gigante rojo balanceaba una pesada barra de hierro para cazar una pequeña mariposa. La mariposa evadía los golpes una y otra vez. El sudor y el cansancio acabaron vaciando al demonio rojo hasta que cayó derrumbado y gritó, "¡Basta!". A la mañana siguiente Jutaro concibió la técnica de baile de la mariposa.
Lord Ren fue a ver a Jutaro y le dijo, "Jutaro, Choshiryu ha venido otra vez. ¿Qué tenemos que hacer?" Jutaro replicó, "Esta es la tercera vez que propone un combate. Esta vez aceptaré su propuesta". Lord Ren dijo, "¡Gracias, éste será un gran acontecimiento!". Lord Ren se lo contó a toda la gente de la ciudad y entonces informó a Choshiryu que Jutaro había aceptado. Choshiryu tenía 37 años, pesaba 112 kilos, y medía aproximadamente 1,90 metros. Jutaro pesaba 75 kilos. El combate tuvo lugar en la plaza de la colonia inglesa. Con Lord Ren haciendo de juez, el combate comenzó con un grito de Choshiryu que saltó cinco metros para acercarse a Jutaro pateando con la velocidad de un dragón gigante.
Jutaro saltó hacia la derecha unos tres metros. Choshiryu saltó a su vez hacia arriba, abajo, a la derecha y a la izquierda en un abrir y cerrar de ojos. Cuando volvió a atacar con el golpe mortal de su mano, Jutaro vio un punto desguardado. Intentó usar un golpe desde una posición baja, pero Choshiryu se elevó unos 2 metros y volvió al ataque con feroces patadas y puños.
El feroz combate se prolongó durante unas dos horas hasta que Jutaro notó que Choshiryu estaba completamente agotado y amarado en sudor. Sus movimientos eran muy lentos. El punto débil de un luchador de grandes dimensiones - incapaz de resistir combates largos - comenzó a aparecer. La vista de Choshiryu se entelaba a causa del sudor que corría por su cara. Jutaro aún no había transpirado ni una sola gota. Cuando Jutaro dijo "Ahí voy" con una sonrisa tranquila dibujada en sus labios, Lord Ren paró el combate. La audiencia les gritaba que continuaran luchando, pero Lord Ren pudo ver que Choshiryu no tenía ninguna oportunidad de ganar.
Jutaro y Choshiryu se sonrieron mutuamente felicitándose por el buen combate que habían tenido. Despúes del combate Lord Ren, Choshiryu y Jutaro fueron a un restaurante a celebrar el nacimiento de una nueva amistad, esa que sólo puede provenir del respeto ganado durante un combate como el que ellos mantuvieron.
Choshiryu elogió a Jutaro mientras que el joven modestamente le devolvió los cumplidos. Choshiryu anunció que quería a Jutaro como hermano marcial, por lo que sellaron este vínculo con una copa de sake. Hay pocos lazos entre amigos tan estrechos como los de los hermanos marciales.
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