AITE, UKE Y TEKI
En un reciente entrenamiento un estudiante me preguntó por los conceptos de aite y uke. Tengo que reconocer que lo que mas me sorprendió en un principio fue que hubiese utilizado el termino concepto para definir estas dos palabras del idioma japonés. Mi respuesta fue que verdaderamente serian tres y no dos los conceptos a tener en cuenta, aite, uke y teki. Creo que mucha gente no se percata del rol que adoptamos durante los entrenamientos en nuestros Dôjô o en los seminarios y por ello trataré de expresar de la forma mas clara posible mis impresiones sobre todo ello.
AITE es coloquialmente traducido por compañero, aquel que entrena con nosotros y nos ayuda a desarrollar el trabajo o el entrenamiento diario. Curiosamente aite es un concepto que implica colaboración y amistad, es decir, un ambiente de cordialidad rodea la relación que tenemos con él. Esto es positivo en las primeras etapas del entrenamiento donde necesitamos mucho la ayuda de cuantos nos rodean para aprender correctamente las bases. También es algo necesario, la hermandad o camaradería, entre los miembros de un mismo grupo. Pero con el tiempo aite nos facilita demasiado las cosas, comienza a colaborar en exceso en la ejecución de los waza y empieza a proyectar una visión distorsionada del combate, una visión idílica donde todo sale siempre perfecto, bonito y estético. Ha llegado el momento de comenzar a trabajar con uke.
UKE se traduce libremente como adversario u oponente, y realmente es el primer paso serio para pensar en términos de supervivencia en la calle. Uke es un compañero que a pesar de la amistad y confianza existentes, fuerza el entrenamiento, nos pone las cosas mas difíciles, se resiste más a la aplicación correcta de los waza y dificulta o nos hace mas incómodas las situaciones de entrenamiento en el Dôjô. Atrás quedan los tiempos en que nos facilitaban ejecutar los waza bien a la primera de cambio, ahora hay que empezar a meditar sobre cómo funcionan realmente los waza, sobre sus principios y bases, hay que empezar a ser realistas a la hora de aplicarlos. Se acabó aquello de que no existan diferencias entre proyectar a un compañero de 100kg o a otro de 60kg o a uno de 1,50m de otro de 1,95m. Ahora empezamos a darnos cuenta de la realidad del combate pues uke aprovechará huecos y puntos débiles para poder hacernos la vida mas difícil, cuestionará nuestra base técnica y nos obligará a ir mas allá. Esto siempre dentro, eso si, de un ambiente controlado y seguro, el Dôjô, pero acercándonos mas al concepto de shinken gata, de combate real. Es la hora de pensar en la calle, es la hora de teki.
TEKI se traduce normalmente como enemigo y generalmente se usa para señalar a alguien que realmente está en total contraposición a nosotros. En la calle es el violador, ladrón, asesino o terrorista. Aquí ya no hay Dôjô, con prácticas seguras y controladas, solamente estamos él y yo y uno de los dos va a salir mal parado o muerto en el peor de los casos. Aquí sabremos si nuestros compañeros del Dôjô han sido buenos aite y buenos uke. Es en ese momento, en esos segundos que dura una agresión, cuando todo nuestro entrenamiento ha de salir a la luz de forma correcta y eficaz, pero sobre todo cuando debemos olvidarnos de aite y uke recordando que quien está frente a nosotros REALMENTE es un enemigo que desea nuestro mal y que hará todo lo humanamente posible por destruirnos. Olvidemos ya el concepto de victoria o derrota, ahora se trata de vida o muerte.
Por todo ello creo que distinguir bien estos tres conceptos ayuda a plantearse correctamente los entrenamientos y nos ayuda a analizar de forma más exacta los fallos y errores de los mismos. A nosotros los instructores también nos debe hacer reflexionar sobre los uke particulares o favoritos que casi todos tenemos en nuestros Dôjô y ser conscientes de que eso nos perjudica como practicantes y como instructores. Hay que desterrar al llamado uke universal, aquel que nos hace quedar bien en las clases o seminarios ejecutando de libro los waza. Es bueno, a nivel pedagógico, saber a que uke elegir dependiendo del tipo de waza o buki a trabajar, pero para un mayor realismo en el entrenamiento deberemos utilizar como uke a veces a la persona menos adecuada, menos cómoda como ejercicio personal de entrenamiento y como ejemplo para nuestros estudiantes.
Seamos por último éticos con nuestros estudiantes, con todos, tanto aquellos que podríamos definir del área civil como los que son profesionales de la seguridad o pertenecientes a profesiones de alto riesgo. Todos ellos esperan SOBREVIVIR a una agresión o a una situación límite y sólo si somos realistas podremos ofrecerles una oportunidad. La tradición de Bujinkan ha sobrevivido durante siglos por que siempre por encima de todo ha sido, aún en sus formas y métodos más tradicionales, una forma de lucha realista destinada a preservar la vida humana.
Elías Canal, Shidoshi
Instructor de Bujinkan Budo Taijutsu en Oviedo (Asturias - España)
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