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Bushi Dojo

ESTAR O NO ESTAR

Estar o no estar. Esa es la cuestión.

Parafraseando el famoso monólogo del Príncipe Hamlet en la genial obra de Shakespeare, con su “ser o no ser”.

Pero no, aquí no se trata de ser sino de estar, o sí, también se trata de ser ya que los dos verbos tienen significados paralelos. De hecho desde siempre en gramática castellana se habla del verbo ser o estar.

Pero ser qué o estar donde.

Ser de la Bujinkan o estar en la Bujinkan, por supuesto.

Es una pregunta general y que creemos que todo aquel que se considere en la órbita de Hatsumi Sensei debería hacerse.

¿Tú eres de la Bujinkan? ¿Tú estás en la Bujinkan?

Pero ¿porqué hacerse esa pregunta?

Creemos sinceramente que un artista marcial que se precie de serlo debe ser ante todo consecuente y honesto consigo mismo y con los demás, y aparte debe reunir algunos otros atributos inexcusables: humildad, coraje, etc.

Aquí sería bueno repasar un antiguo artículo que ya publicamos en 2005 sobre los requerimientos de un artista marcial *

 

Entonces, ¿qué es estar en la Bujinkan, ser de la Bujinkan?

Es muy sencillo.

Estar en la Bujinkan quiere decir:

 

- que el instructor tenga su licencia de la Shidoshikai al día

- que el instructor siga estudiando asiduamente con Hatsumi Sensei y/o además o en su defecto, con algún Shihan o Shidoshi que lo haga.

- que los alumnos tengan su licencia anual (membership) del Hombu Dojo y estudien bajo un instructor que cumpla las dos primeras premisas

 

Eso es estar en la Bujinkan. Punto.

Quien no cumpla estas premisas, sencillamente ni es ni está en la Bujinkan ni en la órbita de Hatsumi Sensei.

Y eso no es ni bueno ni malo. Cada cual entrena lo que quiere y está donde y con quien quiere, faltaría más.

Sin embargo lo que no es de recibo es querer estar para unas cosas sí y para otras no. O estás o no estás.

 

Y ¿a qué viene todo esto? se preguntará alguno.

Bien, pues todo esto surge tras varias cosas. Por un lado tras haber mantenido diversas conversaciones y discusiones en los últimos tiempos con diferentes practicantes. Por otro tras recibir de diferentes fuentes informaciones confusas y rumores extraños sobre determinados grupos. También tras ver ciertos anuncios de seminarios en diferentes foros de artes marciales e incluso de Bujinkan. Y también tras recibir de vez en cuando peticiones de publicación de anuncios de cursos en este nuestro blog.

Y todo eso proveniente de grupos e instructores que según nuestro criterio antes expuesto NO están en la Bujinkan pero que sin embargo quieren aprovecharse y de hecho lo están haciendo, del nombre y el prestigio de Hatsumi Sensei y de su organización.

Volviendo a las premisas, obviamente la de la práctica asidua con tú maestro es la fundamental, puesto que papeles y dinero nunca han sido el punto fuerte de nuestra organización y de nuestro Sôke. El corazón es lo que cuenta. Sin embargo, no concebimos el hecho de entrenar con Hatsumi Sensei o con algún Shihan o Shidoshi que sí lo haga y no pagar tu correspondiente licencia anual. El caso es que nadie te la va a exigir. Sólo tu conciencia y tu dignidad. Cómo decía nuestro buyu César en su artículo sobre el pasado Daikomyosai "Cuando uno se va a dormir por la noche y está sólo consigo mismo, no puede autoengañarse...".

 

Pero bien, y una vez estás, ¿entonces qué? ¿cuáles son tus compromisos?

Otra vez muy fácil.

Si eres alumno (que no instructor) tu compromiso es para con tú maestro, Shidoshi o Shihan, siempre y cuando sus enseñanzas, consejos, etc., no vayan contra las del Sôke Hatsumi.

Si eres instructor (Shidoshi o Shihan) tu compromiso, igualmente, es para con tú maestro, es decir única y exclusivamente para con tu Sôke, Hatsumi Sensei.

 

Y eso ¿qué quiere decir? ¿qué implica?

Eso implica que debes procurar seguir al máximo las enseñanzas marciales de Hatsumi Sensei dentro de tus posibilidades y debes respetarlo y honrarlo como Gran Maestro de forma natural y sencilla, como de hijo a padre, marcialmente hablando.

Eso no quiere decir que tengas que comulgar con absolutamente todas sus propuestas o enseñanzas. Puede llegar un momento de tu vida marcial en el cual puedes discrepar en algún aspecto o idea marcial, o quizás algo no acaba de convencerte, o deseas buscar otros caminos en algún aspecto, etc. Es humano, lógico y normal. Hatsumi Sensei, como Gran Maestro que es, no obliga a nada. Propone, sugiere, muestra. Eres tú el que debe coger lo que desees de su gran mostrador. Y llegado el caso lo correcto es comentar con él cualquier discrepancia o problema como un hijo haría con su padre esperando su consejo.

Hasta aquí hemos hablado de "enseñanzas y consejos marciales", que es el quid de la cuestión en lo que nos ocupa. Pero si aparte de las enseñanzas marciales deseamos seguir así mismo sus consejos vitales o poner en práctica su personal filosofía de vida, adelante. Pero eso es ya otro camino fuera del arte marcial, que es básicamente lo que en la Bujinkan nos ocupa.

El hecho de ser alumno de Hatsumi Sensei y pertenecer a la Bujinkan no implica tener que seguir sus preceptos de vida, que pueden cuadrar con los tuyos o no, o algunos sí y otros no, y que incluso en algunos casos pueden ser incluso incompatibles con los usos y costumbres de otras partes del mundo y otras formas de pensar y enfocar la vida diaria. El hecho de aceptar y seguir esos preceptos no te hará mejor alumno ni tendrás más valor para él, ni claro está, influirá para nada en tu valía marcial.

 

Y ¿qué no implica?

Pues no implica tener que ser amigo de todo el mundo en la Bujinkan.

Respeto para todo el mundo que lo merezca, eso sí, pero no amistad ni sumisión obligatorias.

No implica tener que acatar ideas ni opiniones ni órdenes de nadie, tenga el grado que tenga ni el nombre que tenga, que no sea tu maestro directo, y en este caso siempre y sólo en el ámbito marcial y del dojo.

Hemos de pensar que dentro de una organización como Bujinkan, con más de 100.000 miembros activos oficiales en todo el mundo, hay de todo, como en la viña del Señor, tal y como dice nuestro refranero. Y no todo el mundo es buena persona ni se rige por los mismos principios morales. Ni todo el mundo tiene porque caerte bien.

Un maestro de artes marciales, un instructor, no es más que eso, no debe ser un gurú ni un guía espiritual.

Para la educación intelectual están los colegios y universidades, para los usos y costumbres la familia y la sociedad, para las leyes la justicia de cada país, para el espíritu las religiones, etc.

 

Las artes marciales son otra cosa. No nos confundamos.

Hatsumi Sensei siempre ha dicho que los alumnos deben poner siempre a prueba a sus maestros, marcialmente hablando, y que si alguien tiene algún problema con otro deben intentar solucionarlo de buenas maneras, hablando y razonando, pero que si el enfrentamiento es inevitable entonces deben hablar con su taijutsu. Eso dice textualmente Hatsumi Sensei. Eso y tantas otras cosas. Lástima que mucha gente hace oídos sordos a lo que dice su maestro, y otros sólo oyen lo que les interesa oír.

 

 

Bufu Ikkan,

 

Dani Esteban –Kôryu- y Kim Oliveras –Kôyû-

Bujinkan Bushi Dojo

 

* http://bushidojo.blogia.com/2005/110701-requerimientos-del-artista-marcial.php

 

 

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